Por Stefy García Tumino
Tener
una rutina de belleza establecida es de lo más básico y que la cumplas al pie
de la letra DIARIO se vuelve más indispensable que echarte una piña colada frente al mar. En poco tiempo notarás los cambios.
Los
productos ideales para tu rutina son los que están hechos para tu tipo
de piel. No importa la marca, el chiste es ir probando poco a poco para ver qué
te funciona mejor.
Lo que debes hacer es seguir estos sencillos steps:
1
Lava tu cara con un jabón líquido o sólido con movimientos circulares y hacia
afuera. Empieza por el centro de tu cara y enfócate en la zona “T”. Así
quedarás libre de contaminantes, grasas y células muertas. (En caso de
tener piel sensible usa productos dermo-limpiadores libres de jabón).
La limpieza evita que tus poros de tapen y te salgan granitos, barritos, espinillas o
como les quieras llamar.
Después, exfolia tu piel con un producto suave haciendo los mismos movimientos
circulares. Este paso te deja la piel mega suavecita y luminosa porque quita
todas las células muertas, pero recuerda que debes hacerlo dos veces por semana
solamente.
2
Humedece un pad de algodón en tu tónico preferido y extiéndelo por toda
tu cara dando pequeños golpecitos. Esto le devuelve el equilibrio a tu piel
porque balancea tu pH. Además, quita las impurezas que el jabón no alcanzó a
llevarse y te refresca al máximo. Si tienes la piel grasa, usa un tónico
astringente sin alcohol.
3 Nutre
tu piel con un serum que vaya de acuerdo con tus necesidades. Por lo general,
se usa para hidratar profundamente, calmar y desensibilizar la piel, disminuir
las líneas de expresión y hasta para minimizar los poros. Extiende un par de
gotas por toda tu cara con las yemas de los dedos y deja actuar unos minutos
antes del siguiente paso.
4 Hidrata. Sin importar el tipo de piel que tengas, la
hidratación SIEMPRE es necesaria. Una piel humectada se mantiene firme y sana
por mucho más tiempo.
Si te preocupa usar crema porque tienes la piel grasa,
utiliza un hidrogel, que está hecho a base de agua por lo que no tapará tus
poros. A la piel sensible le cae como anillo al dedo una crema que tenga agua
termal por sus propiedades calmantes.
Mi consejo es que pruebes los productos
antes de comprarlos, tú misma sentirás si son adecuados para ti. Una buena
señal es que al aplicar no te arda y que la humectación te dure todo el día.
La
piel del los ojos es mucho más delgada que la de la cara, por eso es súper
importante que tengas un producto específico para esta zona. Busca una crema de
ojos que además de hidratación intensiva, desinflame los párpados y disminuya
las ojeras. Así te verás fresca como una lechuga aunque hayas dormido 3
minutos.
5 ¿Qué
harías si te dijera que la fuente de la juventud sí existe? Te
prometo que más de una iría corriendo en su búsqueda. Pero si hay algo que he aprendido, es que lo más cercano a la fuente de la juventud que puedes encontrar en el planeta tierra es el protector solar.
Se ha comprobado que uno de los factores que más contribuye al envejecimiento prematuro de la piel, así como manchas y cáncer de piel, es la exposición a los rayos del sol. Por eso, este paso tiene que ser el más importante de tu rutina y por nada del mundo te lo puedes saltar.
Entre más alta sea la protección que uses, mejor. Lo más recomendable son los productos con un factor de protección solar (fps) de 50 o más en las zonas mayormente expuestas al sol: cara, cuello, escote y manos. Úsalo sin importar si llueve o está nublado y retoca si es necesario. Ahora, ya puedes encontrar protectores de alto fps que tienen un toque de maquillaje, para evitar que te quede la cara blanca.
¡Listo! Así de fácil es. Ahora sí puedes aplicar tu maquillaje o salir así si prefieres un look más natural, de ti depende.
Lo que sí es súper importante es que NO se te olvide que antes de dormir, debes limpiar tu piel. Así llegues a las 4 am, tienes que quitar los residuos que se acumularon durante el día, sobretodo si te desvelaste. Verás que tu piel amanece mucho más descansada.
Si te maquillaste utiliza toallitas desmaquillantes o un limpiador facial. Los productos para los ojos como sombras y rímel son mucho más difíciles de remover. Lo mejor es que uses un producto específico para desmaquillarlos.
Después de la limpieza, repite los pasos del 2 al 4. Puedes sustituir el humectante por una crema especial de noche.
Te prometo que no te vas a tardar más de 10 minutos en tu rutina y los resultados van a valer muchísimo la pena. Recuerda que la belleza viene desde adentro, así que no olvides comer sanamente y tomar agua, pero sobretodo sentirte bien contigo misma y quererte un millón. ¡La mejor manera de demostrarte cuánto te quieres es cuidarte! ¿Qué esperas para empezar?