Nunca fallas, siempre traes un makeup
impecable y en tu necessaire tienes
una lista interminable de beauty products
que van desde lipsticks y sombras, hasta tu roll-on para desfinlamar las ojeras
y mínimo 3 tipos diferentes de rímel. Y ya me imagino, claaaro que tienes mil
brochas, esponjas y todo tipo de aditamentos para aplicar a la perfección
tu maquillaje. Seguro has invertido mucho dinero en hacerte de estas cosas y lo
mínimo que puedes hacer es cuidarlas.
A ver, ¿hace cuánto que no limpias tus brochas
y esponjas? Pocas podrán decir que hace menos de un mes. Así como tenemos el hábito
de maquillarnos y desmaquillarnos (espero) diario, también tenemos que hacernos
el hábito de limpiar frecuentemente todos nuestros accesorios de maquillaje
(por lo menos cada 15 días).
Te aseguro que no comerías de un plato con
residuos de lasagna de hace un mes, así que tampoco está padre aplicarte en la
cara un makeup de lo más nice con una brocha toda sucia (ew!)
Esto es importante no sólo para que se
vean impecables y como nuevas, sino porque las brochas y esponjas absorben
maquillaje, celulas muertas, grasa y suciedad; provocando irritaciones,
sensibilidad, rocejes y brotes de acné. Aquí te doy unos tips para que
nunca te pase:
Brochas, cepillitos, pinceles:
Puedes usar productos como el Sephora purifying brush shampoo, pero un
buen jabón neutro hará el mismo trabajo.
Primero, moja la punta de tus brochas con
agua tibia (trata de que el agua no toque el mango, especialmente si es de
madera o bambú). Luego, haz espuma con el producto que hayas elegido y siempre
con la brocha hacia abajo talla suavemente las cerdas.
Es importante que evites que entre agua en
la parte metálica de la brocha, ya que ahí es en donde
se encuentran adheridas las cerdasy el agua podría ablandar el pegamento haciendo que se desprendan.
Enjuaga tus brochas abundantemente hasta
que el agua salga limpia, si es necesario repite los pasos anteriores.
Antes de dejar que se sequen, moldea las
cerdas para que no pierdan su forma original y colócalas acostadas sobre una
toalla.
Tip: haz tu limpieza de brochas un día que
no pienses maquillarte, como el Domingo. Pero si te maquillas tooodos los días
lávalas por la noche, si cuando las necesites usar aún no se han secado, dales
una pasada con la secadora en aire frío.
Esponjas, pads, borlas:
Todo este tipo de aplicadores absorben
muchísimo el maquillaje, así que aunque el proceso de lavado sea casi el mismo
(mojar, enjabonar y enjuagar), debes asegurarte que vuelvan a su color original
sacando todo el makeup que hay ahí dentro.
Aprieta la esponja y permite que se
llene de agua, enjabona y vuelve apretar para eliminar todos los restos de maquillaje. Repite hasta que el agua salga transparente. Quita el exceso de humedad con una
toalla y permite que se seque al aire.
Recuerda que las esponjas, pads y borlas
tienen un tiempo de uso limitado y si empiezan a romperse... es hora de
cambiarlas.
¡Perfecto! brochas limpias + esponjas
impecables = makeup divino. Ponlo en práctica ¡YA!
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